La nueva ley de drones corta las alas a las aeronaves estrella de Rozas

La nueva ley de drones corta las alas a las aeronaves estrella de Rozas. La nueva ley limita el uso de aparatos de más de 25 kilos, como los Targus de Indra o los Lúa de Babcock.

Se espera que este otoño, o como muy tarde en el primer trimestre del 2018, quede aprobado en Consejo de Ministros el decreto por el que se regula la utilización civil de las aeronaves a control remoto, es decir aviones no tripulados, también llamados drones. Esta legislación, cuyo borrador se puede consultar en la web de Fomento, regula actividades hasta ahora prohibidas para estos aparatos, como sobrevolar áreas urbanas, volar de noche o con la plataforma fuera del alcance de la vista. Podrán hacerlo, siempre previa autorización por parte de la AESA (Agencia Española de Seguridad Aérea), pero solo las aeronaves de menos de 10 kilos.

¿Qué pasa con los drones que superan ese peso y, en especial, con los que llegan a los 25 kilos, como es el caso de los aparatos no pilotados en los que las empresas Indra y Babcock trabajan en el aeródromo lucense de Rozas? La respuesta, con la nueva ley en la mano, es que su operatividad estará limitada y siempre sujeta a certificaciones y permisos especiales por parte de la AESA. «Las aeronaves de más de 25 kilos de peso solo pueden volar con permisos extraordinarios dentro de espacio aéreo segregado, lo que los hace difíciles de comercializar y poner a funcionar», explican fuentes de navegación aérea.

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