Galicia ultima un sistema de alerta por mortandad masiva de bivalvos.

Galicia ultima un sistema de alerta por mortandad masiva de bivalvos. El mecanismo avisará si hay subidas o bajas bruscas de salinidad y de temperatura.

Galicia no se ha quedado al margen de esas señales que el cambio climático está lanzando al planeta. Esta larga temporada sin lluvia es una de ellas. Porque las precipitaciones en esta nueva era climatológica tienden a concentrarse, de forma que la misma o similar cantidad de agua que antes caía a lo largo de todo un año ahora lo hace en un par de meses. También las olas de calor, cada vez más frecuentes e intensas, constituyen otro de los indicios de que el tiempo está mutando. La temperatura del agua, la mayor acidez del mar, el menor afloramiento… Todo eso se está notando en Galicia. Y nada de eso es bueno para los bivalvos y, por ende, para el marisqueo.

Lo han constatado investigadores de la Facultad de Ciencias del Mar de Vigo y de la Universidad de Carolina del Sur en el marco de un estudio internacional financiado por la agencia estadounidense NASA (National Aeronautics and Space Administration) y la NSF (National Science Foundation) y que, con la colaboración de cuatro cofradías gallegas han estudiado los efectos del cambio climático en los invertebrados marinos.

Gonzalo Macho, investigador del equipo vigués que dirige Elsa Vázquez, contó en una jornada organizada por la Federación Galega de Confrarías el resultado de esos experimentos, que constataron la extrema sensibilidad de la almeja babosa, la elevada debilidad de la fina tras el desove, la extraordinaria resistencia de la japónica y los portentos de los que es capaz el berberecho, que a estas alturas nadie se explica cómo no está ya desaparecido.

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